I
Quiebra incesante entre su blancura,
Quiebra incesante entre su blancura,
la ceguera nocturna de una quimera,
ilusiones confesadas entre resplandores
de largos silencios deambulando sin sabernos…
Prendidos vamos en el mismo tiempo,
dentro del alma asfixiante que ahoga,
cada beso vertido sin aliento
y una sutil esperanza que se agota.
Nada hay bajo tu túnica quimérica
que me ilumine el amor en tanta pena,
furtivos en el mismo retoño
vamos y venimos…soñando en lo esquivo…
Déjame en las noches sin ninguna locura,
que la vida real es la que me lugubra,
destruye mi alquimia que era anhelo,
dejándome de lado…al costado del sendero…
II
Éramos el juego y la ilusión en su blancura,
pululando entre nubes de bocas besadas,
caricias que corrían, ¡corrían como las aguas!
vigías sin dueños…cuando te amaba.
Lenta se remansa entre mis alegorías,
al encontrarme de nuevo en cada cita,
tu…mi negro anochecer amado…
yo…tu si no, ¡tan callado!
No existe en el mundo amor mas grande,
ni otro que fulgure este alma hoy errante,
dueño de mi vida, de todo mi semblante,
te me evaporaste, simplemente en un desaire.
Aún en la noche beatificada me ilumina,
blanca redondez entre mis sueños se estampa,
me atas a su amor como cometa alado,
y yo sin más fuerza entregada en el acto.
Basto un segundo ante ti confesarle,
¡cuánto le quería!..¡cuánto yo le amaba!
tan solo un segundo le basto…como al escaparse…
decirme que lo olvide…que no era nada…
LaParka
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Suspiros