"Déjame..."



Déjame dar la vida que llevo guardada en mi cuerpo,

la que quiero prometer a este amor en juramento…

henchidos los pechos de turgente calostro,

que emana por las venas para alimento de un retoño.

Y el vientre que va creciendo tras las lunas

salvando en cada destreza un pedacito de sueño,

crece sin más apuro, hasta sentir sus movimientos,

 sobre ella tus manos posando suaves con aplomo.

Déjame dar la vida que ¡tanto yo añoro!,

 las manitas se dibujan bajo mi piel de adorno,

son las caricias que por dentro me regala su vida

que late al son de la música que es también la mía.

Y las lisonjas son el ropaje que hoy viste algarabía,

la felicidad que palpita con sonrisas de ternura,

las piernas cansadas de cargar tal tesoro

meciendo en cuna a cada paso en que bogo.

Déjame que resucite este cuerpo con un antojo,

entre fresas y nata o algún chocolate sabroso,

endulzando la saciedad del deseo que se apodera

del golpeteo de sus pies caminando en logros…

Y canturreo melodías para su baile diario

 son gotitas del alma, es sentir que adoro…

bella danza que me sacude en movimientos

tan pausados y marcados que son mi alimento.

Déjame darte la vida a las yemas que me recorren,

de sus sonidos que dibujan las sonrisas en tu rostro,

sensaciones abrumadoras llenas de asombro,

es un hijo que va surgiendo como botón de pimpollo.

Y se espera, deseando a cada segundo todo,

en que de entre mis piernas por fin asome su rostro,

y sobre mi pecho sacuda su primer lloro,

vida de mi vida…carne de mi todo…