…¡Como calla el lamento!
si las manos van vacías,
como duele el olvido
si no hay ninguna extendida.
Sulfura el ansia del más
si progresar es un desafío,
coartado por canallas
que escapan con sigilo.
Se subastan almas
con un descaro desmedido
y el trabajo ya no es digno
si el abuso es el rey divino.
¡Como calla el lamento!
clavando la sisaña del oficio,
que cualquier cosa inmerecida
hoy es el aliño vivido.
Se espera desesperando,
pidiendo algún auxilio,
protestas enclavadas
las calles retumban
que ¡hay que decirlo!.
Nos tapan las bocas
con miedos sugeridos,
bajamos las cabezas,
solo en silencio sufrimos.
Injusticias clamadas
por descarados pervertidos,
que promulgan su política
como evangelio exigido.
¡Como calla el lamento!
cuando hay por allí niños,
que su sonrisa es un pan duro,
migajas a un estomago vacio.
¡Basta de carencias!
que todo es prohibido,
sin dignidad, sin trabajo,
¡cómo podemos vivirlo!.
Calla esta poeta sus verbas
que de odio compungido
apoya la gran protesta
de un techo merecido.
¡Como calla el lamento!
como calla…¡que delirio!
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Suspiros