Pasara el cáliz del tiempo sin detenerse,
entregados a la vida que hoy acalla,
con los sueños cargados en las maletas
y el corazón anidando en el alma.
Pero llegara el día de las auroras,
y rozaremos manos, labios, mejillas sonrojas,
entre lunas de locura y sonrisas estridentes,
mi pecho ceñido al tuyo muy fuerte…
Dejaremos los silencios entre briznas heladas,
y columpiaremos con estupor nuestras almas,
cadenciaran las miradas como estrellas
y sellare mis besos en tu boca secreta.
Entonces ya no habrá distancias ni letras,
te abrazare sin soltarme, ¡onírica belleza!,
pronunciare tu nombre al eco cercano,
y tú, sin pensarlo, me dirás:
…¡cuánto te amo!...
LaParka