La lluvia fue borrando las huellas
que perdidas estaban somnolientas,
bajo los reflejos ocultos de la luna
y tus manos cobijos de candilejas…
Ya no espero los sueños que pasaron
como el tiempo sumiso de las horas,
entre los minutos sentenciosos y callados,
se quedaron las ansias del sutil asombro….
Bizarros se ciñen los blancos jazmines,
del beso perdido entre los labios,
y las letras prófugas del desengaño
se ahogan en papeles arrugados…
Ya no quedan más que polvorientos sueños
de musas perdidas tras los parpados,
y mi silente alma ha ido guardando
los kilómetros extraviados con los años…
LaParka