Es vasto el recuerdo vivido
cuando las palabras salivan
entre ecuestres permisivos,
es el ansia de sembrarlo todo
si el sueño es lo más expresivo.
Se secan las hojas tras otoños dorados
y es tu rostro lo más añejo de mi mundo,
un silencio nocturno que amparo
bajo la cuerda excesiva de mis deseos,
callando, andando, como un claustro…
que me dice que debo seguir callando.
Pero estás en alma simiente, brotando,
manantial puro del encanto amado,
el latir purulento de mis agravios
que rezan cánticos ensordecidos…
aun abrazando el beso prohibido
que me llena cada noche que te llamo.
LaParka
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Suspiros