Un cigarrillo chispeando
agolpándose la ceniza…
que se consume en mis manos…
en la que guardo mis caricias…
Un café…frio…a mi lado…
compañero de tantas poesías…
que se escapan de reojo
en la cerradura de mi vida…
Un silencio…algún ruido…
musitando tu cercanía,
te trae hasta mi existencia…
me deleita, me alucina…
Un amor…único y puro,
de mi alma que transcribe poesía
y se queda flotando en el aire…
y me incita a seguir todavía…
LaParka
Aunque nunca fumé ni me gusta el café, puedo reconocer los momentos previos al nacimiento de un poema. Ese instante para pensar, para recordar,revivir y disfrutar sensaciones que aun habiéndose vivido siguen intactas en la memoria
ResponderEliminary terminan obligando a los dedos a describir lo que late dentro...
Un abrazo enorme.