Mi vieja taza de café yacía en mi escritorio,
cuantas noches vieja amiga compartíamos territorio,
calentabas mis labios con el aroma pleno…
y la noche se pasaba vil sin mi dueño…
…y los lirios en mi ventana, balanceaban sus retoños,
inundaban de fragancias aquel despojado entorno,
mientras la mirada perdida no encontraba sus ojos…
Así pase tantas noches perdida entre escombros…
que formaban las palabras que sin escribirlas…hoy retomo,
se me vuelcan en poemas como caricias que adoro,
efluvio de sensaciones por converger donde bogo,
ese mar que me brindas bravo, sutil y sedoso.
En este instante húmedo de un eclipse diáfano,
mis manos en las tuyas juegan a acariciarnos,
tan solo la respiración como leve brisa me bebo,
la noche hoy es vigía, cuando por fin me nombran tus labios…
Deja que recorra de nuevo cada accidente de tu torso,
y reviva cada momento del pasado en que brillamos,
se vuelca al presente como un sueño retomado,
junto al deseo más ferviente, ese que siempre callamos.
Hoy respiro tu aliento, como bocanada de fuego,
y mi corazón late otra vez sobre tu pecho…
la luna se nos declara testigo del hermoso hecho,
sonrio a la vida que a mi vera te ha traído en firme vuelo.
Los sentidos se despiertan al anhelo de mi alma,
otra vez caminando vamos juntos de la mano…
ya no importa ni mi taza, ni las horas, ni lo callado,
tus sonrisas se avivan plenas como un regalo,
¡si te digo vida mía lo feliz que yo me hayo!…
por encontrarnos en el mismo punto donde habíamos dejado;
porque sin ti la existencia no tiene ningún presagio,
tan solo tú la alumbras, eres todo mi remanso,
hoy apago la luz de la lámpara dejo solo a los astros,
irradiando nuestros cuerpos que descansan enlazados.
LaParka
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